miércoles, marzo 19, 2008

Video promocional

Saludos a toda la comunidad de 12en1

Les presentamos el video promocional que grabamos en
el pasado Festival de Cine aqui en Gdl.

http://www.youtube.com/watch?v=VOzKxd5Ic9c

¡Apoyen el proyecto!!

lunes, marzo 03, 2008

Reportaje en la Jornada Jalisco

El pasado 17 de Febrero 08 salío en la sección Cultural de "La Jornada Jalisco" la entrevista que nos hicieron en las oficinas de Catar. Les anexo el artículo para quienes quieran leerlo:

Domingo 17 de febrero de 2008 → cultura → catar films,
"Una muestra de que en el mundo del cine no todo es tener dinero"

La compañía productora de cortometrajes ha realizado dos emisiones del programa 12 en 1
Catar Films, una muestra de que en el mundo del cine no todo es tener dinero
La inversión se limita a la renta de equipo y algunos materiales, precisó Herbey Eguiarte
RICARDO SOLIS

Tiki Llanes y Herbey Eguiarte se conocieron en la universidad, pero su posterior reencuentro los condujo a la producción de cortometrajes. De acuerdo con Eguiarte, tras notar que algunos jóvenes trabajaban mejor y ponían más empeño que los mismos profesionales, decidieron idear un proyecto que ofreciera a estos mismos jóvenes la oportunidad de realizar sus propios cortos. La idea derivó en el lanzamiento de 12 en 1, que persiguió la realización de 12 cortometrajes en el lapso de un año.

Consideraron entonces establecerse como Asociación Civil, llamada Cinecultura de Jalisco, para así garantizar la conclusión del proyecto, buscando un fin más de carácter social que lucrativo. Se lanzó la convocatoria y comenzaron a recibir guiones, que pasaron por un proceso de selección. De ese modo, se lograron los objetivos del primer proyecto que, hoy día, se encuentra en el fin de su segunda fase. Ocupan un espacio en una agencia de publicidad (que maneja Tiki Llanes, director de la productora), pero están separados y no reciben beneficio alguno de dicha empresa.

A decir de Eguiarte, arrancaron “como todos”, sin presupuesto, como muchos proyectos que malamente inician sin dinero. Mucho de lo realizado ha sido solventado por los mismos realizadores, pero se han buscado también apoyos de diversa índole. Ahora bien, se aclaró, los cortos no resultan caros porque quienes intervienen no cobran nada, así la inversión se limita a la renta de equipo necesario (por lo que reciben descuentos, dada la demanda) y demás materiales. Los cortos han variado de costo (de mil 500 pesos hasta 10 mil en ocasiones) dependiendo de las necesidades de la producción.
En este sistema, productor y director tienen la obligación (y necesidad) de conseguir los recursos (todo lo que pueda conseguirse prestado, mucho mejor), se trata de un trabajo coordinado que optimiza el dinero que, justo es decir, proviene de fuentes privadas. “No hemos tenido ninguna clase de apoyo institucional”, aclara Eguiarte, aunque admiten que se ha buscado pero se describen celosos de su independencia y no desean comprometerla.

Las instituciones, de acuerdo con Llanes, “tienen ya su forma de trabajar”, en la que los géneros que ellos manejan no parecen avenirse. Así, afirma, consideraron necesario “abrir el campo” para otro tipo de realizaciones, arriesgarse a hacer cosas que no estuvieran “peleadas con la creatividad y fueran también entretenidas”. Desde ese punto de vista, dice, no han tenido ninguna limitante para realizar cualquier historia o tema en específico. Las instituciones que se han involucrado en este proyecto (TEC, ITESO, UTEG y otras) lo toman más como un beneficio para sus alumnos y no intervienen.

Llanes insistió también en el hecho de que los recursos se manejan con transparencia y que las críticas que han recibido le parecen “absurdas”, ya que les han sugerido que seleccionen al personal pues emplean a personas “sin oficio” y “regalan currículum”. A todo eso responde el productor alegando que confía en el interés de quienes se involucran y que eso los conmina a aprender, “no somos quién para juzgar”, recalca, y así prosiguen su labor con quienes se interesan de verdad.
Actualmente, la segunda emisión de 12 en 1 está por concluir y esperan emular, por lo menos, lo conseguido con el primer conjunto de cortometrajes, que han enviado ya a diversos festivales (nacionales e internacionales) en los que han sido seleccionados. Lo cual es gratificante si se piensa que se realizan en condiciones distintas a otros (especialmente por el tiempo límite de un mes, pero a eso se añade el bajo presupuesto). Con todo, confían en que su labor es profesional y que están demostrando que “no todo es tener mucho dinero”.

Algo interesante, y que habla bien del proyecto, es que todos estos esfuerzos han generado colaboraciones entre quienes participan y muchos se han visto beneficiados con todo lo aprendido durante el proceso.
“No cerramos la puerta al apoyo institucional”, dice Herbey Eguiarte, “pero no nos detienen ni nos inspiran”, lo cual resulta “triste”, pero resalta que “tenemos el empeño y lo vamos a hacer con ayuda de quien se pueda”. Dicha afirmación se basa en un contacto que de hecho existe con las instituciones locales y de algunos municipios, pero destaca la posición de independencia del grupo.

Ahora, con un nuevo proyecto en puerta (que persigue producir dos largometrajes en un año) y casi 24 cortometrajes en su haber, Catar Films se siente mucho más segura como empresa productora, segura de tener una posición ganada como elemento independiente de una incipiente industria (si acaso así puede llamarse).
Con todo, menciona Llanes, “es difícil”, pues a pesar de que la mayor parte de las producciones les cuestan cerca de “una tercera parte de lo que deberían”, conseguir recursos ha sido lo único que en ocasiones los ha detenido en su proceso.

Los testimonios:
Ignacio Rascón y Leopoldo Ulloa, codirectores de uno de los cortos de la segunda parte del proyecto (El Tendedero) se conocieron en la universidad, pero fue Rascón quien se enteró de la convocatoria y, al asistir a una exhibición de cortos en Rojo Café, conversaron con Ervey Eguiarte y sometieron a dictamen el guión con que participaron para, después, ser seleccionados en la segunda parte del proyecto.
“Fue complicado tener un mes para conseguir dinero y realizarlo”, refiere Ulloa, “y aunque batallamos, fue con recursos particulares que pudimos sacar adelante el proyecto”. Rascón apunta que ahora “tenemos mucho mayor conocimiento” y percibe que entre antiguos trabajos y lo que ahora hacen hay una “diferencia abismal”, pero que planean seguir puesto que “esto es lo que nos apasiona”.

José Luis Rivas se involucró desde el inicio con Catar Films, después de ver una entrevista televisiva con los productores se comunicó y, a partir de entonces, no ha dejado de intervenir en los proyectos de la compañía, incluso hoy desempeña el cargo de Jefe del Departamento de Producción.
Según Rivas, “esto es completamente práctico” aunque reconoce que es un complemento a la enseñanza teórica que recibió en la universidad (mayormente dedicado a producir, tuvo la oportunidad de dirigir un corto también, El Patio, durante la primera parte del proyecto 12 en 1) y que además, en lo que se refiere a producir, ha aprendido muchas cosas.

Alicia Fernández, que administra las producciones en Catar Films, es también estudiante de la SOGEM Guadalajara y tuvo oportunidad de dirigir un cortometraje durante la primera parte del proyecto, basado en un cuento de su autoría que adaptó a guión y fue seleccionado. Lo mismo que los otros, destaca que gracias a una oportunidad de este tipo ha llevado a otro nivel su conocimiento de la materia.